El año escolar en Irlanda, además de contribuir de una forma decisiva en la formación para el futuro, será sin duda, una experiencia personal tremendamente enriquecedora.
El hecho de afrontar esta etapa de la vida en solitario, en una edad tan temprana, hará que los chavales maduren, se hagan más responsables e independientes y sepan valerse por si mismos.
Además la inmersión lingüística lleva consigo la inmersión cultural ya que conocer la lengua implica necesariamente adquirir conocimientos de la cultura y la visión del mundo que lleva implícita, el año académico en Irlanda les permitirá convivir con otras culturas y costumbres, con otros amigos, otra familia, otro entorno, un bagaje cultural y personal que les acompañará de por vida y hará que sean más comprensivos y respetuosos con los otros.
Todo ello sin obviar por supuesto el objetivo fundamental del año escolar en Irlanda, dominar la lengua inglesa y con ello afrontar la futura inserción laboral con un talante mucho más competitivo, ya que la sóla mención de esta experiencia educativa en un curriculum será muy valorada en el ámbito profesional, con empresas que cada día promueven más la movilidad de sus trabajadores.